Las Machotas

Recuperando aquella ruta de otoño de 2015, ayer cogimos día libre y nos dimos una vuelta por Las Machotas, la Alta y la Baja. Qué día de invierno con aire de primavera, qué sol, qué mar de nubes sobre Madrid. 

Me acordé de mi primera vez en la Alta, con aquella niebla que le daba un aspecto totalmente laberíntico entre sus caprichosas formaciones de piedra. Esta vez, sin embargo, dejamos la niebla atrás, en los primero tramos de subida. Las piedras solo para nosotros, el mar de nubes a nuestros pies, al fondo la cuerda de la sierra de Madrid, desde Montón de Trigo hasta la Pedriza. Al fondo, quizá, Tres Provincias o el Pico del Lobo. Por la otra vertiente, más nubes, Gredos. Y el cielo, azul.

En la bajada de nuevo entramos en la niebla, o más bien nos engulló ella a nosotros, y aparecieron esos árboles desnudos recortados contra el cielo entre la niebla. Musgo, piedra y árboles y la luz perfecta.

El día se remató comiendo, muy a última hora, en una terraza de El Escorial y a 10 grados. Maravilla de viernes.