Ámsterdam

Canales, puentes y bicis

Día y medio de paseo por sus canales

Aunque sea algo poco habitual, he pasado día y medio a mi aire en Ámsterdam después de dejar a Max ya en la universidad después de tres agotadores días de pintura, compras y montaje de la casa. Bueno, al menos hemos quedado satisfechos con el cambio de cara a la habitación, pensaba que no lo conseguiríamos.

Básicamente lo que he hecho en Ámsterdam es recorrerla a pie, sin parar. El sábado anduve 20 kilómetros hasta bien entrada la noche, cuando me di por vencido. De entrada encontré la ciudad abarrotada de turistas, yo era ni más ni menos uno más, y solo al final de la tarde respiré algo más tranquilo recorriendo un barrio y un canal/calle muy concreto, Reguliersgracht, que disfruté ya con menos gente y, desde luego, menos calor.

Lo cierto es que los canales dan mucho juego, si siempre están en marcha, por la mañana con barcos de turistas, por la tarde se convierten en un desfile de embarcaciones de todos los tamaños, ya con locales con sus cenas o bebidas a bordo.

Más allá de la parte visual, que evidentemente la tiene, me pareció una ciudad enormemente disfrutona, con bicis, casas abiertas a la luz que sin duda les faltará en invierno, animación en la calle… únicamente, la parte menos atractiva en la que sumo: mucho turismo.

Ámsterdam cuenta con 75 kilómetros de canales y más de 1000 puentes. Además, en los canales viven miles de familias en las más de 2500 casas flotantes.

También tuve tiempo de probar algunas dobles exposiciones, justo en los puentes justo al museo de ciencias naturales (NEMO)

Me queda mucho por recorrer, entre otras cosas los museos. No entraban en el plan de viaje de estos días, quizá para la vez que me toque volver con peor tiempo…